SensorX: la detección de huesos de tilapia

Desde su lanzamiento en 2007, el SensorX se ha convertido en una referencia del sector para mejorar las normas de seguridad alimentaria en el procesamiento de aves de corral, carne y pescado. Marel ha trabajado continuamente con los procesadores para innovar y desarrollar el sistema para adaptarse a los requisitos de cada industria en la detección de contaminantes duros. Nuestra última colaboración ha demostrado que el SensorX está preparado para mejorar la seguridad alimentaria en el procesamiento de la tilapia.

Enfrentarse a la tilapia

Los filetes de tilapia son un producto de gran crecimiento en Brasil, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Mientras que las normas del mercado nacional son más indulgentes con los huesos en los productos finales, las normas de calidad que rigen el mercado de exportación son más estrictas y exigen un producto sin huesos.

Los métodos manuales de detección de huesos han tenido dificultades para cumplir con el alto estándar de exportación de los filetes de tilapia. A medida que los filetes pasan por las mesas de inspección, los operarios deben localizar siete tipos de espinas, muchas de las cuales son difíciles de detectar debido a su tamaño y densidad. Los errores de detección aumentan a medida que avanzan los turnos, la sensibilidad de los dedos disminuye y los operadores se cansan.

Para evaluar la eficacia del SensorX a la hora de detectar espinas de distintas longitudes, grosores y densidades, se inspeccionaron filetes de tilapia mediante el sistema SensorX y, a continuación, los operadores de control de calidad volvieron a inspeccionarlos. En comparación con la detección manual de huesos, el SensorX aumentó el éxito de la detección en un 30,2% para huesos de un mínimo de 0,7 mm de diámetro.

Los transformadores que quieran aprovechar los mercados de exportación de Estados Unidos y China, de rápido crecimiento, tienen que cumplir las políticas de espinas mínimas o correr el riesgo de reclamaciones por productos que no cumplan los parámetros de exportación. Al utilizar el sistema SensorX, los procesadores de tilapia minimizarán el riesgo de que el producto se envíe con espinas, reduciendo las posibles reclamaciones de los clientes de exportación.

Velocidad óptima con un trabajo mínimo

Un procesador brasileño con una producción de 90.000 pescados al día en dos turnos de producción ha probado recientemente el SensorX.

Antes de introducir el sistema SensorX, los filetes llegaban al final del proceso de deshuesado StreamLine, pasaban a la balanza dinámica y, luego, al punto de control de inspección manual. Seis operarios se encargaban de inspeccionar quince filetes por minuto.

La automatización que ofrece el SensorX reduce la dependencia del procesamiento de la mano de obra especializada, manteniendo la misma capacidad de rendimiento. La inspección es más fiable y racionalizada, ya que solo se necesitan dos operarios en los puestos de repaso para eliminar los filetes rechazados por el sistema SensorX.

Más ventajas que solo menos huesos

El aumento de la automatización ofrece múltiples beneficios más allá de la mejora de la precisión de la detección ósea y la velocidad de procesamiento. Al incorporar una serie de tareas en un solo sistema, incluida la captura precisa del peso para la clasificación por rangos de peso, el SensorX reduce el espacio que ocupan los equipos en las plantas de producción.

La integración del SensorX en una línea de procesamiento garantiza que los sistemas de software puedan proporcionar valiosos datos en tiempo real de toda la línea de producción. Con datos precisos, los procesadores pueden lograr una mayor precisión, conocimiento y presentación de informes de lo que es posible manualmente.

Durante casi 15 años, la tecnología SensorX de Marel ha revolucionado la detección de contaminantes duros en las industrias de procesamiento de aves, carne y pescado. Ayudar a los procesadores a adelantarse a las normativas de seguridad alimentaria cada vez más estrictas.